Entender el funcionamiento de toda la cadena de valor, desde el punto de vista operativo, ya sea en entornos industriales o de servicios mediante el uso de las metodologías y herramientas más usadas hasta la actualidad, así como las que se empiezan a utilizar en las empresas más avanzadas, para garantizar la eficiencia de la misma.

 

Entender las operaciones de una compañía así como identificar sus puntos de mejora y proponer soluciones técnicas solventes.

 

Percibir con claridad que el almacén es un elemento vital de la actividad logística, que genera valor para la empresa.

 

Entender la interrelación con los flujos de aprovisionamiento y venta, así como las diferentes consecuencias que pueden tener las decisiones relativas al emplazamiento y diseño en los aspectos operativos y financieros de la compañía.

 

Reducir al mínimo  los niveles de existencias, asegurando siempre la disponibilidad del producto en la cantidad y en el momento que el cliente (interno o externo) lo solicite.

 

Analizar los contratos estudiados, así como los fallos que puedan detectarse y sus  consecuencias.

 

Detectar cuando en un contrato se recogen cláusulas que puedan ser contrarias a derecho y sus consecuencias, y las posibles soluciones que se puedan dar a un conflicto creado por la mala redacción o interpretación de un contrato.

 

Redactar un contrato con un clausulado mínimo pero a la vez sustancial para que el contrato tenga validez entre las partes.